En las épocas más frías del año requiere de una fuente de calor próxima para deshacer aquella grasa en la que se ha convertido el aceite. Aun así es más fluido que una grasa.

Resiste también altas temperaturas, aunque no tan prolongadamente como el Superfrid, así conseguimos frituras menos oleosas y más saludables.

No da sabor ni olor, solo cumple su función de freír.

Es de fácil manipulación envasado en bidones de 22Kg (25L aprox) y 9Kg (10L aprox).